
La vida. Ese misterio que tantos interrogantes nos plantea a lo largo de nuestra existencia: ¿Qué es realmente? ¿Para qué sirve? ¿Por qué tenemos la gran suerte de tenerla...o por qué estamos maldecidos a soportarla?
Yo no soy quien para definirla, ni estoy en condiciones para hacerlo: realmente, nadie puede. Cada persona es única y la vive y siente a su manera, aunque siempre hay aspectos en los que una gran mayoría coincidiremos.

Yo quiero ir más allá de la biología y de la religión, quiero expresar lo que es la vida desde mi punto de vista, desde la perspectiva de un ser vivo. Nosotros llegamos a este mundo sin tener opción a elegir donde queremos nacer, con qué familia o en qué época. De hecho, en la vida seremos libres de elegir lo que veamos más conveniente en cualquier situación menos en las dos ocasiones más importantes: una es al nacer y la otra, al morir. Por norma general, uno no elige cuándo y cómo morirse, eso son cosas que nos impone la vida. Pues bien, centrémonos en lo que estábamos. Para mí, la vida es un camino, una aventura, que no se sabe a donde va a ir a parar, razón por la que creo que es algo que hay que vivir. Y digo que hay que vivirla no porque tengamos que pasar por ella, lo cual es muy "fácil", sino porque realmente es conveniente disfrutar de cada momento, buscarle el lado positivo a las cosas, saborear cada instante como si fuera el último, salir a la calle y buscar aventuras, experimentar cosas nuevas, conocer mundo; en definitiva, hacer cosas, cosas que nos hagan sentir bien y a gusto con lo que tenemos.

Siempre habrán momentos buenos y momentos malos, los cuales nos ayudarán a hacernos más fuertes y a crecer como personas. Esto es algo esencial... ¿os imaginais la vida sin momentos tristes? Todo tiene que tener su contrario, si no fuera así, no conoceríamos la felicidad, aparte de que en esos momentos uno se da cuenta de muchas cosas, y de quienes son los que realmente nos apoyan.
En definitiva y para no extenderme demasiado, aunque en ocasiones lo veamos todo negro, debemos aprender a superar las cosas, a seguir adelante, vivir intensamente todos los buenos momentos que nos brinda la vida; y aprender a sacarle partido a los malos momentos y a nuestros propios errores. Porque cuando nos caemos, si queremos seguir andando debemos levantarnos. La vida es dura, pero al final, vivirla resulta muy gratificante.
